Nota de lectura - Cuento de las montañas escabrosas - Edgar Allan Poe

En este cuento, escrito por Edgar Allan Poe, hay una historia superficial que, algo nos permite deducir acerca de la oculta, sobre la que podemos plantear y resolver distintos interrogantes y nos seguiríamos dando contra las paredes del laberinto de la conclusión.

La historia superficial es narrada en primera persona por un individuo que no sabemos si se trata de un hombre o una mujer situada/o 18 años después de lo sucedido. Personalmente y no sé porque siento que es una mujer. Cuenta que en el año 1827 mientras vivía en Charlottesville en Virginia, entabló una relación de amistad con un hombre adinerado llamado Bedloe de características físicas muy peculiares y mentalmente frágil. No por esto último escaseaba de una gran imaginación y creatividad.

Explica como este hombre está en una relación magnética con su médico, Templeton, que, en principio, sirve para hacer dormir fácilmente al paciente. Es decir, Templeton se duerme y Bedloe, en la situación en la que se encontrase, se duerme también.

Después, narra cómo un día neblinoso de verano Bedloe fue a hacer su paseo habitual por las montañas escabrosas del pueblo y al no volver al horario de siempre, ella/el y el médico se preocuparon y fueron a su casa a esperarlo. Estaban a punto de salir a buscarlo ya casi caída la noche cuando apareció. Les contó un relato bastante extenso de todo lo sucedido.

Cuenta que, en un momento, tras horas vagando perdido por las montañas, toda la neblina desapareció y vio una ciudad antigua de estilo oriental. Se constato de que no estaba soñando y descendió a la ciudad. Luchó con gente que no sabía quién era y contra gente que no conocía. En un momento fue herido por una flecha venenosa y murió. Es acá donde el/la narradora queda perpleja y Templeton, expectante, le dice que continuara.

Bedloe sigue e indica que lo que aconteció tras su muerte fue que él pudo ver la escena, se veía a si mismo muerto con la flecha incrustada en la cabeza, pero no se reconocía, era como si no fuera él. Era como si se hubiera convertido en un ente flotante. Flotó hasta llegar a una montaña donde recobró su ser original y emprendió la vuelta a casa.

Templeton tomó la palabra y explico que no había sido un sueño lo que le sucedió a Bedloe. Mostró una acuarela en la que se mostraba un retrato perfecto de Bedloe pero que en realidad era un retrato de 1780 de un capitán de ejercito llamado Oldeb. El médico siguió y explicó que mientras al joven le sucedía todo esto él escribía precisamente la historia de ese capitán e íntimo amigo suyo llamado Oldeb. Esa historia narraba precisamente la insurrección de Cheyte Sing ocurrida en la ciudad de Benarés en 1780 y como Oldeb fue asesinado por una flecha envenenada.

Una semana después de esta conversación entre el médico, Bedloe y la/el narrador/a muere Bedloe por una gripe que se agarró en el paseo por las montañas y que Templeton no pudo curar. En los periódicos que anunciaron la muerte del joven, hubo un error de tipeo y escribieron “Bedlo” en vez de “Bedloe”

 

La historia oculta es realmente difícil de entender por completo. En principio, nos damos cuenta de que ese trance que experimentó Bedloe estuvo directamente conectado con el hecho de que Templeton estuviera escribiendo en papel esa historia. Esto, a su vez, tiene que ver con la relación magnética que mantenían Bedloe y su médico. Ahora bien, de aquí surgen varios interrogantes ¿Será una mera coincidencia el hecho que Bedloe (al revés es Oldeb) se transformó justo en el Oldeb de 1780 durante unos minutos? No parecería ser el caso, parecería ser que se dio todo para que la “resurrección en el tiempo” (creo que sería un término apropiado) sucediera, pero ¿Por qué se transformó justo en él? ¿Habrá sido por la intención de Templeton de escribir sobre Oldeb y no sobre ej.: uno de los guerreros que luchaba en la insurrección? ¿Qué hubiera pasado si Templeton hubiera escrito sobre otra historia? ¿No hubiera ocurrido nada? ¿Habrá sido un requisito necesario para que el joven entrara en trance y se transformara en un personaje del pasado que la conexión magnética del médico fuera con él? ¿Y si no era Bedloe, y era otro, hubiera quizás ocurrido otro tipo de trance? Y una última ¿Habrán hecho la prueba de si Bedloe entraba en trance o no con otra historia en esa semana que separa el día que tuvo el primer trance y el día que murió?

Por estas cosas es que me pareció tan genial el cuento de Poe. Deja que el lector interprete y vuele por los misterios que él dejó sin resolver. Disfrute mucho su lectura y realmente tengo muchas ganas de seguir leyendo cuentos suyos.



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